La terapia de desensibilización y reprocesamiento por movimientos oculares (EMDR) es un método de psicoterapia efectivo y ampliamente investigado.
Funciona estimulando el cerebro para que procese recuerdos traumáticos de una manera más adaptativa. Cuando una persona vive una experiencia traumática, a menudo esa memoria queda «atrapada» en el cerebro sin ser adecuadamente procesada, lo que genera respuestas emocionales intensas y síntomas como ansiedad, flashbacks o insomnio.

Durante la terapia EMDR, el terapeuta guía al paciente para que se concentre en el recuerdo traumático mientras se utiliza una técnica de estimulación bilateral. Esto puede involucrar movimientos oculares, sonidos alternos o toques (tapping), que activan ambos hemisferios del cerebro. La estimulación bilateral parece facilitar el reprocesamiento de la memoria, ayudando al cerebro a integrar esa experiencia de manera más saludable, disminuyendo la carga emocional y la intensidad del malestar asociado.

Con el tiempo, el recuerdo del trauma deja de ser perturbador, ya que el cerebro lo reorganiza, lo que permite al paciente desarrollar una nueva perspectiva sobre la experiencia, reduciendo el impacto emocional y los síntomas relacionados. Este enfoque ha demostrado ser efectivo no solo en traumas graves, sino también en situaciones de estrés, ansiedad o fobias.